jueves, 21 de mayo de 2009

:::Niebla verde que aunque es niebla, deja ver más claro cuando tiembla:::

Los pies se me elevaban. E·ra como si una fuerza sobrehumana me sujetara de los tobillos, los arrastrara hacia atrás y me suspendiera hasta perder mi centro de masa.


Mi torzo, mis brasos, mi cabeza, mi cuerpo entero no entendía de leyes gravitatorias. Varios universos me separaban de la tierra sucia, de la tierra real, del sistema estructurado en el que nos hemos sometido a habitar. Me mantenía flotando en el éter luego de que el humo se escapara por entre mis labios secos de serenidad, dejándome un sabor a rebeldía en la boca, un olor a condimentos ilegales en el cuerpo y un aire cálido que me entumecía los tímpanos cada vez que el profundo y delicado sonido del bombo retumbaba en los audífonos.


El potente y limpio golpe que obligaba a mis miembros a desprenderse, me atravesaba como un rayo desde el centro de mi cráneo hasta la plánta de mis pies, en donde la vibración actuaba siguendo al confortable pulso, insitándolos a pisar el cemento fuertemente cada vez que el ritmo caía en el bombo a piso.




La mezcla de los sonidos de libertad y redención con el milenario ritual en honor al cáñamo y su efécto considerado mortal y anti-social, era un santo remedio, una hermosa terapia, un chorro tibio de morfina directo a la vena, un beso sincero bajo el firmamento primaveral.




Evocaba ensimismado todos esos eternos segundos bajo la influencia del tiempo mal gastado, del tiempo muerto. Pensaba también en todas las historias falsas que han convencido a la gente de que somos una mala influencia, que somos la gente que no acató la ley de la sobriedad. Esos cuentos que me sabía de memoria, que había escuchado una y otra vez, y que buscaban provocar en mi un rechazo inmediato hacia mi paz momentánea. Preferí cambiar una posible esclavitud eterna que me amarraría a un cilindro de humo, por una paz plena pero momentánea.




Mientras tanto, el cielo anaranjado se desvanecía entre nubes de polución, y yo apoyaba mi cabeza en el hombro de la luna.

































4 comentarios:

  1. Weón que buena forma de describir todo lo que es una gooooood volada!

    Está terrible bueno, como que me dieron ganas de despegar asi.

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  2. ajajaja, volao!
    pero que te quedó bonito ahí escrito, todo lo que se siente aaah y podríamos decir que ahora sé lo que es :O jaja
    yayaya... cuidate!


    Fer :)

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  3. me gusta como escribes & me gusta la foto de ahí abajo. & cuando te vea, osea el lunes, te daré un abrazo porque se me da la gana (Y) xd loove you wei

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  4. Ponle musica predicador

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