::::Una Lluvia de Velas:::::

Somos victimas de nuestro tiempo, de la distancia entre un golpe y el ruido del eco, en un momento el silencio y el viento te obligan a beber de tu ser predilecto,

Somos victimas de las campanas, que gritan un lamento profundo, violento, que marcan las mañanas, que abren las ventanas, que dan cuenta de cuan blancas las canas, pueden ponerse con las balas hermanas…

Victimas, de las cortinas cerradas, que ya no nos dejan ver nada, y como se abalanza el viento, el aire, el movimiento, y tu viendo como se pasa el momento, sentado allí dentro, y bien no sabes, que sólo tu te mantienes sediento…

Somos victimas de nuestro esfuerzo, que cuando crece se hace independiente, y que miente, como del pan de tu gente, y cuando esta volando alto se pierde…

Victimas, de la tierra que pisamos, del suelo que nos alimenta, sustenta, despierta, que cuando pierdas tu alerta, ella te pasara la cuenta, y su ley, pasa a ser quien se alimenta de tu ser…

Victimas, de nuestra propia presencia, que falta al día en que entramos a la rueda, y nunca sabremos como fue que terminamos dando vueltas en esta vereda polvorienta…

Victimas de la humanidad incierta, pasan los años y nadie la encuentra, tantas personas dominan su esencia con una mentira que nunca encuentra contienda…

Somos victimas de aire que nos rodea, ese perfecto movimiento que planea en todo momento a donde va esta marea de seres borrosos que no abren sus ojos que viven en una mentira tan bella, y nunca hablan, y nunca cambia, y hasta este punto la rabia de algunos, pasa a ser el alimento del mundo…como habrá sido que la lucha de la vida, lo que motiva el movimiento de la realidad, llegó hasta el centro, en que unos se alimentan del penoso descontento de miles de seres que no hablan idiomas, sino que estallan en maromas sensibles, y que meditan que solo en este mundo, han sido el bulto, la carga, el carbón que mueve la barca…