miércoles, 23 de diciembre de 2009

Día de sol...
Astro incomprensiblemente infinito para incluso la mente más grande de entre nuestros pares...
Sofocante sol, sol asesino, sol abrasador...
y en el medio de una ciudad, la estructura majestuosa. Un palacio flotante que se eleva unas cuantas decenas de metros sobre la avenida principal...
la parte más baja del palacio son unas escaleras de marmol inconclusas, porque el arquitecto no dibujó en sus planos los primeros peldaños, o quizás porque no había suficiente marmol para terminar de construirlas...
como ya dije, desde el primer peldaño de abajo hacia arriba y el suelo, hay algunas decenas de metros, y con el tiempo esta brecha se va agrandando. El palacio se eleva lentamente, como un transbordador espacial despegando desde el fondo del océano aceitado.

Bajo el palacio, la multitudinaria masa de humanos se mueve como un cardumen en éxtasis, medio adormilados por el calor y medio despiertos por la prisa y la presión de los deberes bajo los cuales se subordinan, labores que han permitido que les ordenen...
Colorida crema de materia orgánica que piensa ser más que eso...

Todas las calles de una ciudad llegan de alguna u otra forma a la avenida principal, que por cierto se arrastra bajo el palacio del centro...y la circumbalación de la ciudad está marcada por infinitas líneas de ferrocarriles que sólo dan vueltas y no se aventuran a escavar por debajo de la urbe...


Se encierra en si misma como un molusco, pero uno lleno de transacciones bancarias y chaques en blanco...

creyeron que podrían subir hasta arriba...

No hay comentarios:

Publicar un comentario