domingo, 4 de enero de 2009

:::PresenciA:::

El irritante sonido que penetra mis oídos,
La insoportable presencia de los seres queridos,
La terrible sensación de depender de personas que la mayor parte del tiempo no deseas ver.
Odio sentir la presencia.
Son como espíritus que no dejan de rondar la habitación.
Que creen que no me doy cuenta que están ahí.
Personas que creen saber lo que yo pretendo hacer, o mis profundas intenciones tras las palabras.
Palabras, frases, oraciones, o simplemente miradas, gestos, ademanes. A veces ni siquiera el movimiento. Solo vasta con la presencia.
Maldita presencia.

De repente comencé a sentir más fuertes los latidos de mi corazón. Más profundos.
Siento una profunda angustia.
Me estoy transformando en lo que siempre odié. Contra lo que yo luchaba.
Lo que veo es simplemente superficial.
No me conmueve nada. De repente me conmueve todo.
Siento un gran malestar en mi columna.
Una presión que comienza en el cóccix y finaliza en mi nuca.

Siento que pierdo el tiempo.
Que debería estar en otra parte.
Es una obsesión de algo que todavía no identifico.
Es la presencia.
Esa infernal presencia.

Me encuentro en un cuarto lleno de teléfonos inservibles,
Que alguna vez fueron cómplices de la rabia, el rencor.
Estoy en una cocina llena de comida, pero nada me satisface.

Tengo una guitarra sin cuerdas.
Tengo una flauta sin boquilla.
Tengo un pensamiento descalibrado.
Tengo una billetera sin billetes.
Que conveniente.

Hay una estufa bajo mi cama.
Hay cuatro cortinas en mi ventana.
Hay palomas en mi techo.
Hay reglas en mis murallas.
Hay dos lámparas guardadas en el ropero.
Hay miles de hojas blancas.


…y las monedas…

2 comentarios:

  1. eres el único de mis amigos bloggers que sigue publicando. sigue. sigue.sigue. siguesiguesigue.

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  2. yo había leido esto antes, estoy casi segura, mas segura que insegura. me agrada andar por estos lados. leer/te.

    suerte. y que los escritos sigan:)

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